jueves, 30 de junio de 2022

CARACTERISTICAS DE UN CUIDADOR - 2. Humildad y Respeto

 HUMILDAD Y RESPETO

Sin ostentación de las virtudes y considerando lo digno en el otro. 


Con el conocimiento de las limitaciones y debilidades propias en el obrar del cuidado, la humildad propicia una actitud abierta, receptiva para aprender lo que no se sabe, superando la intención y resolviendo con mayor experticia todo lo que acompaña la atención y el cuidado de una persona en los distintos niveles dependencia.

Es así, que la humildad en el cuidador no es equivalente a anularse o hacerse invisible, al contrario, es un auto reconocimiento de las cualidades que posee para realizar el cuidado, nunca por encima de los demás; creando vínculos fuertes, superando la excesiva valoración de sí mismo y de sus aptitudes.

Sumemos ahora el respeto,  como equivalente al reconocimiento del valor propio, aceptando y apreciando al otro con sus cualidades y sobre todo en sus derechos individuales y sociales. Definitivamente no es sumisión, indiferencia, omisión, o excesiva timidez, el respeto es la máxima atención posible 

Se trata de convertir el proceso de cuidado en bienestar y calidad,  en una cadena de convivencia sana, promoviendo amabilidad, seguridad para alguien en situación de vulnerabilidad.


Claudia Lucia Ramos - Directora Ejecutiva de la RLC

claudialramos@rlcuidadores.net

 

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viernes, 24 de junio de 2022

CARACTERISTICAS DEL CUIDADOR

 

La voz que llama a cuidar: vocación por el trabajo

La inclinación al servicio será el punto de partida para abordar esta característica, lo que nos lleva a afirmar que hacer la labor de cuidado no es para todos, un reconocimiento honesto y necesario, que debemos aceptar sin juzgamiento o crítica. Sin embargo, la vocación por el servicio se puede desarrollar y en algunos casos perfeccionar.

 La vocación por el trabajo de cuidar se expresa a través del compromiso, pasión y entrega hacia esta actividad, se desarrolla con la práctica que involucra hacer más y mejor las cosas.  Se perfecciona con capacitación constante y comunicación.

 Adquirido el compromiso, se llega al convencimiento y la pasión por ejercer el cuidado.   Las destrezas y habilidades que da el conocimiento y la práctica, sumado a la sensibilidad y humanización del hacer, destacarán a un cuidador que siente como propias las necesidades, fragilidades y vulnerabilidad de otra persona frente a condiciones de enfermedad, limitación, sea por la edad o por otras circunstancias.

De una predisposición se inicia un camino lleno de situaciones complejas, fuertes, demandantes y a la vez satisfactorias que consolidan proyectos de vida propios y ajenos que le da atributos como la amabilidad y la rapidez para atender con un trato humano solidario, compasivo, y sobre todo que le da el convencimiento de porque es un cuidador. 

MC. Claudia Lucia Ramos Enciso

Directora Ejecutiva de la RLC

claudialramos@rlcuidadores.net

lunes, 20 de junio de 2022

 

El estrés puede envejecer y debilitar al sistema inmunitario

El estrés puede cobrarse un inmenso precio a la salud, al debilitar al sistema inmunitario y abrir la puerta a graves enfermedades, sugiere un estudio reciente.

Los eventos traumáticos, la presión del trabajo, los estresantes diarios y la discriminación podrían acelerar el envejecimiento del sistema inmunitario, y aumentar el riesgo de cáncer, enfermedad cardiaca y otras enfermedades, incluso de COVID-19, informan unos investigadores.

"Se necesitan nuevas células T para responder a las infecciones novedosas, como la COVID-19, y para la eficacia de las vacunas ... El envejecimiento inmunitario podría ayudar a explicar por qué las personas mayores son más propensas a tener unos casos graves de COVID-19 y tienden a tener unas respuestas más débiles a las vacunas", comentó el investigador principal, Eric Klopack, experto postdoctoral de la Facultad de Gerontología Leonard Davis de la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles.

Fumar y beber alcohol, unos hábitos de estilo de vida riesgosos que con frecuencia son una respuesta al estrés, también pueden debilitar al sistema inmunitario, añadió.

"Estas conductas de la salud podrían ayudar a explicar el vínculo entre el estrés y el envejecimiento inmunitario", dijo Klopack. "Las personas que experimentan más estrés quizá sean más propensas a implicarse en conductas de salud riesgosas. Estas conductas podrían reducir la proporción de nuevas células 'naive'".

La buena noticia es que no beber alcohol ni fumar podría ayudar a compensar parte del envejecimiento inmunitario asociado con el estrés, señaló.

Pero, incluso con cambios en el estilo de vida, el sistema inmunitario comienza a debilitarse de forma natural a medida que las personas envejecen, una afección conocida como inmunosenescencia. En la edad avanzada, el sistema inmunitario incluye a muchos glóbulos blancos desgastados, y a apenas unos pocos glóbulos blancos nuevos que pueden luchar contra la infección. Un sistema inmunitario debilitado se vincula con el cáncer, la enfermedad cardiaca, y el riesgo de enfermedades infecciosas como la neumonía.

Otra explicación posible del debilitamiento del sistema inmunitario implica a la infección con el citomegalovirus (CMV), apuntó Klopack.

"El CMV es una infección común que se ha mostrado que tiene grandes efectos en el sistema inmunitario", explicó. "Para mantener el CMV a raya, el sistema inmunitario tiene que dedicar una gran cantidad de recursos al CMV, lo que significa que se producen muchas células T para gestionar al CMV, algunas de las cuales persistirán como células envejecidas que no funcionan".

La investigación ha sugerido que el estrés social puede desencadenar la activación del CMV, lo que obliga al sistema inmunitario a comprometer más recursos en respuesta.

"En nuestro estudio, controlar el CMV también redujo las asociaciones entre el estrés y la salud de las células T. Entonces, una vía podría ser que el estrés crónico provoca una reactivación regular del CMV, lo que conduce a un sistema inmunitario más envejecido", planteó Klopack. "Desarrollar una vacuna efectiva contra el CMV podría ayudar a aliviar el envejecimiento del sistema inmunitario".

Para averiguar qué rol tiene el estrés en el debilitamiento del sistema inmunitario, los investigadores analizaron las respuestas de más de 5,700 personas de a partir de 50 años. Los participantes completaron un cuestionario que evaluó las experiencias con el estrés social, lo que incluye los eventos vitales estresantes, el estrés crónico, la discriminación cotidiana y la discriminación a lo largo de la vida.

Los participantes también proveyeron muestras de sangre que fueron analizadas mediante una técnica llamada citometría de flujo, que cuenta y clasifica a las células sanguíneas mientras pasan frente a un láser.

El equipo de Klopack encontró que las personas con unas puntuaciones más altas de estrés tenían unos sistemas inmunitarios con un aspecto más envejecido, con menos células T nuevas para combatir a las enfermedades y más glóbulos blancos desgastados. La asociación persistió incluso tras tomar en cuenta el nivel educativo, el tabaquismo, el consumo de alcohol, el peso, y la raza o etnia.

El informe se publicó en la edición del 13 de junio de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences.

El Dr. David Katz es un especialista en medicina preventiva y del estilo de vida, y presidente de True Health Initiative, en Tulsa, Oklahoma.

"Hace mucho que se reconoce que el estrés es un potente factor que influye en la salud, pero medir el estrés en sí y capturar sus efectos de forma objetiva ha sido difícil", apuntó Katz, que no participó en la investigación.

Este estudio provee un vistazo vívido y novedoso a las consecuencias, al examinar la edad biológica del sistema inmunitario, continuó Katz. "Dicho de forma simple, un mayor estrés vital sin gestionar significa un envejecimiento acelerado del sistema inmunitario", anotó.

Esto tiene unas implicaciones claras durante una pandemia, advirtió Katz.

"Las variaciones en la carga de la infección con la COVID varían, en última instancia, con las variaciones en la vitalidad del sistema inmunitario", añadió Katz. "Tiene un significado general para una población que siempre está preocupada con el ritmo del envejecimiento. Como le va a cualquier sistema tan vital como la inmunidad, le va a toda la persona".

Artículo por HealthDay, traducido por HolaDoctor.com

FUENTES: Eric Klopack, PhD, postdoctoral scholar, Leonard Davis School of Gerontology, University of Southern California, Los Angeles; David Katz, MD, MPH, specialist, preventive and lifestyle medicine, and president, True Health Initiative, Tulsa, Okla.; Proceedings of the National Academy of Sciences, June 13, 2022

jueves, 16 de junio de 2022

 

¿Cómo detectar la sobrecarga en un cuidador?

La situación de agotamiento físico y psicológico propia de las personas encargadas del cuidado de otros se denomina Síndrome del Cuidador, producido por la dedicación continua y completa a la persona enferma.

Existe un conjunto de síntomas que permite detectar a aquellos cuidadores que viven una situación estresante:

  • Dormir menos tiempo de lo recomendado.
  • Sentimientos constantes de irritabilidad e impaciencia.
  • Olvidos frecuentes.
  • Enfermar de forma habitual.
  • Sentimientos de agotamiento.
  • Aislamiento del resto de personas.
  • Disminución de las actividades de ocio y sociales.
  • Incremento del consumo de sustancias como alcohol o tabaco.
  • Aumento o reducción del apetito.

¿Cómo reducir o prevenir el malestar del cuidador?

Como forma de prevenir los diferentes problemas derivados del cuidado, se ha descrito una serie de recomendaciones que ayudan a incrementar la resistencia de las personas encargadas del cuidado:

  • Realizar ejercicio físico de forma habitual.
  • Mantener una dieta equilibrada.
  • Llevar a cabo actividades de ocio.
  • Dedicar un mayor tiempo para el sueño y el descanso.
  • Organizar el tiempo.
  • No abusar del consumo de excitantes y otras sustancias poco saludables (café, té, tabaco, alcohol…).
  • Aceptar la ayuda de otras personas.
  • Pedir ayuda cuando sea necesaria.
  • Usar los diferentes recursos de apoyo, como las fundaciones asociaciones, servicios de ayuda domiciliaria, etc.
  • Evitar el aislamiento y fomentar las relaciones sociales.
  • Compartir los sentimientos y preocupaciones con los demás.
  • No culparse por las posibles complicaciones que puedan surgir.
  • Atender a las propias necesidades personales. Dedicarse una mayor cantidad de tiempo.






Remedios Cuidadora
Cuidadora Virtual de la RLC
remedioscuidadora@gmail.com

miércoles, 15 de junio de 2022


𝗖𝗨𝗜𝗗𝗔𝗗𝗢𝗥 𝗘𝗫𝗣𝗘𝗥𝗧𝗢 𝗲𝘀 𝗮𝗾𝘂𝗲𝗹𝗹𝗮 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮 𝗾𝘂𝗲 𝗰𝘂𝗶𝗱𝗮 𝗼𝘁𝗿𝗮, 𝗰𝗼𝗻 𝘂𝗻𝗮 𝗽𝗮𝘁𝗼𝗹𝗼𝗴í𝗮 𝗰𝗿ó𝗻𝗶𝗰𝗮, 𝗰𝗼𝗻 𝗻𝗲𝗰𝗲𝘀𝗶𝗱𝗮𝗱𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗮𝘁𝗲𝗻𝗰𝗶ó𝗻 𝗲𝘀𝗽𝗲𝗰í𝗳𝗶𝗰𝗮𝘀; 𝗾𝘂𝗲 𝗲𝘀𝘁á 𝗰𝗮𝗽𝗮𝗰𝗶𝘁𝗮𝗱𝗮 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗴𝗲𝘀𝘁𝗶𝗼𝗻𝗮𝗿 𝗰𝘂𝗶𝗱𝗮𝗱𝗼 𝗶𝗻𝘁𝗲𝗴𝗿𝗮𝗹 𝘆 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗼𝗻𝘀𝗮𝗯𝗹𝗲, 𝗺𝗲𝗷𝗼𝗿𝗮𝗻𝗱𝗼 𝗹𝗮 𝗰𝗮𝗹𝗶𝗱𝗮𝗱 𝗱𝗲 𝘃𝗶𝗱𝗮 𝗲𝗻 𝗹𝗮 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮 𝗰𝘂𝗶𝗱𝗮𝗱𝗮.


𝗢𝗳𝗿𝗲𝗰𝗲𝗺𝗼𝘀 𝗰𝘂𝗮𝘁𝗿𝗼 𝗳𝗼𝗿𝗺𝗮𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝗰𝘂𝗶𝗱𝗮𝗱𝗼𝗿𝗲𝘀 𝗲𝘅𝗽𝗲𝗿𝘁𝗼𝘀

1. 𝗘𝘅𝗽𝗲𝗿𝘁𝗼 𝗲𝗻 𝗱𝗲𝗺𝗲𝗻𝗰𝗶𝗮𝘀, 2. 𝗘𝘅𝗽𝗲𝗿𝘁𝗼 𝗲𝗻 𝗰𝘂𝗶𝗱𝗮𝗱𝗼𝘀 𝗽𝗮𝗹𝗶𝗮𝘁𝗶𝘃𝗼𝘀, 3. 𝗘𝘅𝗽𝗲𝗿𝘁𝗼 𝗲𝗻 𝗰𝘂𝗶𝗱𝗮𝗱𝗼 𝗱𝗲 𝗽𝗲𝗿𝘀𝗼𝗻𝗮𝘀 𝗰𝗼𝗻 𝗱𝗶𝘀𝗰𝗮𝗽𝗮𝗰𝗶𝗱𝗮𝗱, 4. 𝗘𝘅𝗽𝗲𝗿𝘁𝗼 𝗲𝗻 𝗻𝘂𝘁𝗿𝗶𝗰𝗶ó𝗻 𝗱𝗲𝗹 𝗮𝗱𝘂𝗹𝘁𝗼 𝗺𝗮𝘆𝗼𝗿.

𝗜𝗻𝗳𝗼𝗿𝗺𝗲𝘀: https://lnkd.in/gmYMvX7P


 𝗖𝗮𝗿𝗮𝗰𝘁𝗲𝗿í𝘀𝘁𝗶𝗰𝗮𝘀 𝗽𝗮𝗿𝗮 𝘀𝗲𝗿 𝘂𝗻 𝗯𝘂𝗲𝗻 𝗰𝘂𝗶𝗱𝗮𝗱𝗼𝗿

https://lnkd.in/gqhs6UWf 𝗼 𝗲𝘀𝗰ú𝗰𝗵𝗮𝗹𝗼 𝗲𝗻 𝗻𝘂𝗲𝘀𝘁𝗿𝗼 𝘀𝗶𝘁𝗶𝗼 𝗱𝗲 𝗽𝗼𝗱𝗰𝗮𝘀𝘁 https://lnkd.in/gu5NDGsC
𝗦𝗲𝗿 𝗰𝘂𝗶𝗱𝗮𝗱𝗼𝗿 𝗲𝘀 𝘂𝗻 𝗮𝗰𝘁𝗼 𝗿𝗲𝘀𝗽𝗼𝗻𝘀𝗮𝗯𝗹𝗲 𝗱𝗲 𝗮𝗺𝗼𝗿


 Quisiera compartir una pequeña historia que me ha tocado vivir mientras compartía un rato con mi padre en un parque cerca de casa. Es, como digo, una historia anecdótica pero de un ámbito particularmente presente en nuestras vidas, como son los #cuidados.

Estando sentado en un banco a la sombra junto a mi padre y su cuidadora, teníamos a unos metros de distancia a una mujer mayor en silla de ruedas. Su rostro: tristeza, mirada perdida... Varios metros detrás de ella, a otra altura y sentadas mirando en dirección opuesta, hay dos mujeres jóvenes charlando entre sí. Intuyo que una de ellas debe ser la cuidadora.
Pasados quince minutos en los que veo que ni se giran de vez en cuando para ver si la mujer mayor se encuentra bien, me acerco.
Le pregunto a la mujer si se encuentra bien. No sabe contestarme. Probablemente tenga algo de deterioro cognitivo.
Buscando la reacción de la persona cuidadora, vuelvo a preguntar pero elevando un poco la voz. Nada. Ni se giran.
Finalmente me dirijo a ellas y les pregunto si esa mujer está bajo su cuidado. Ahí es cuando, por fin, giran la cabeza. Me dicen que sí, que una de ellas es su cuidadora. Vuelven a darnos la espalda y siguen con su conversación.
Me invade una sensación de cabreo y les digo que no me parece bien que la hayan dejado ahí, sola, que ni la miren, que no es un mueble, es una persona.
Finalmente, la cuidadora se levanta y se aproxima a la mujer. Me da la razón. Empuja la silla de la mujer y se va del parque con ella.
Quisiera creer que realmente se ha dado cuenta de que no estaba actuando bien. No lo sé. Lo que sí sé es que espero no verme en esa situación.
Esto me lleva a reflexionar sobre mis expectativas sobre el cuidado. De mi padre, con #Alzheimer. De nuestro futuro. Aún en el domicilio, con todo lo que ello implica para bien y para mal.
Igual muchas no sabéis que en estas fechas hay un intenso debate sobre los cuidados. Pese al clamor social tras lo vivido en la pandemia, parece que grandes patronales, responsables políticos, e incluso profesionales y familiares rechazan la propuesta de cambio de modelo de cuidados. Lógicamente por razones muy diferentes. Unas por lo que supone para su cuenta de resultados, otras por que consideran la propuesta insuficiente.
Mientras, las personas que viven con necesidad de apoyos siguen a la espera. Sus familias también. ¿Cabe imaginar que todo quede en un pequeño maquillaje, que no se vaya al fondo del asunto?.
Cuidar no es solo asear, dar de comer, vigilar la medicación... es acompañar a la persona para que continúe disfrutando de esas pequeñas cosas que a uno le hacen abrir los ojos y querer ponerse en pie cada mañana. Facilitar un tiempo que, pese a todo, merezca la pena vivir. No un lento transcurrir de horas y minutos, llenos de silencio, soledad y tristeza.
Como sociedad, y aunque sea por puro egoísmo, no podemos dejar pasar un tren que difícilmente va a volver. Hoy las abandonadas son ellas, mañana nosotras. Que no se nos olvide.
Autor: Juan Carlos Mejía Acera