domingo, 24 de julio de 2022

LA MEMORIA DE LAS PERSONAS ADULTAS MAYORES

 



El envejecimiento es la etapa final del ciclo vital humano. Una de sus características es la aparición de cambios orgánicos que afectan a las funciones sensoriales y la capacidad motora. Dicha circunstancia origina en el individuo un paulatino declive sin carácter patológico en sí mismo. Aún siendo cierto que la edad avanzada correlaciona con mayor probabilidad de sufrir patologías, envejecimiento y enfermedad no son sinónimos. La vejez cursa asimismo factores protectores de naturaleza psíquica y sociocultural. Se trata de variables esenciales en su evolución, que contribuyen a paliar los efectos más negativos del proceso, ralentizando incluso su velocidad. Que estos con el apoyo de la familia y los cuidadores hacen que puedan vivir una vejez activa, plena y con buena calidad de vida.

Todas las personas son distintas, desde que se nace hasta que se muere, por lo tanto suponer que el declive de la memoria forma parte ineludible del proceso de envejecimiento es un error.

Con seguridad usted conoce personas con más de ochenta años, con la memoria activa, sin ninguna afectación para la buena calidad de vida.

Las dificultades de memoria asociadas a la edad son únicas para cada personas y lo más importante para los cuidadores es saber que la mayoría de estas afectaciones tienen solución. Tanto los factores genéticos como los biográficos juegan un destacado papel en la aparición del problema; sin embargo, está comprobado que la práctica regular de ejercicios de memoria mejora el funcionamiento de esta capacidad cognitiva.

La memoria es un proceso mental que suele afectarse con los años. Incluso quienes aún no han traspasado el umbral de la vejez pueden sufrir una disminución de su rendimiento. Los fallos de memoria son una de las quejas más habituales del proceso de envejecimiento; más del 40% de las personas mayores de 60 años los sufren. No obstante, el problema se manifiesta con amplias diferencias; no todas ellas lo experimentan del mismo modo.

Un uso insuficiente de los recursos cognitivos afecta negativamente a la salud del cerebro.


No hay texto alternativo para esta imagen

Se sabe que los músculos en la persona adulta mayor hay que ejercitarlos para no perder masa  muscular, equilibrio, actividad, independencia... "lo que no se usa se pierde", El cerebro no es diferente se debe ejercitar para mantenerlo en forma, igual que si se tratase de un músculo más. En caso contrario, se produce un progresivo deterioro que termina por afectar a su buen funcionamiento. Para el cerebro no es tan importante el número de neuronas que posee, como la calidad y fortaleza de sus conexiones entre sí. Está demostrado que los nuevos aprendizajes y la actividad mental continuada favorecen su desarrollo.

La plasticidad cerebral, se mantiene constante a lo largo de toda la vida; pero siempre que el cerebro se ejercite. El ejercicio mental es la carta más alta de la que podemos valernos en la vejez. La estimulación cognitiva aporta sin duda enormes beneficios.

La Red Latinoamericana de Cuidadores ofrece a sus cuidadores semanalmente ejercicios de memoria para realizar con las personas mayores que cuidan. El empleo regular de estos materiales contribuye a minimizar los efectos negativos del paso del tiempo en esta capacidad.

La solución de estos ejercicios no ofrece grandes dificultades. El grado de conocimientos de la persona que los realiza no es fundamental. Es más decisivo el interés y la motivación a la hora de trabajar la capacidad de atención.

Una de las causas a las que se atribuyen las dificultades que surgen con los años es la reducción de los recursos con los que el cerebro mantiene la atención. Gracias a ella seleccionamos los estímulos del medio y establecemos prioridades. Por esta razón, se considera que la atención es la puerta de entrada de la memoria. Con el curso de los años, los mecanismos que regulan el nivel de atención pierden en parte su efectividad. Los ejercicios de memoria contribuyen a paliar el problema. Estimulan la capacidad de atención y de este modo retrasan los efectos más nocivos del paso del tiempo.

El cuidado de las personas adultas mayores, es una actividad fundamental y reconocida por la RLC. En cuidado centrado en una visión responsable y humanista, donde el cuidador debe estar formado y actualizado adecuadamente, para tener las competencias necesarias en cada una de las características de un buen cuidador integral, para así ofrecer un un servicio de calidad en un marco de dignidad, reconocimiento, armonía y seguridad para ambos. 

Juan Carlos Fernández Díaz - Director General de La Red Latinoamericana de Cuidadores RLCjuancfernandez@rlcuidadores,net https://www.rlcuidadores.net


No hay comentarios:

Publicar un comentario