sábado, 11 de febrero de 2023

Aprende a decir No sin sentirte culpable



Muchas personas son incapaces de decir que NO las peticiones de los demás sin sentirse culpables. Aunque no deseen hacerlo o se sientan exhaustas, se atrasen en su labor, se afecte su salud física o emocional; aun así, son incapaces de reusarse a ayudar a otras personas cuando se lo piden. Esta culpa que se genera al decir que No, no es provocada por su buena voluntad o su deseo de ayudar a otros; más bien es provocada por el temor a sentirse rechazado o el temor a que otros piensen que no son tan buenos. Esta forma de sentir es mantenida por pensamientos como: “Y si digo que no y me rechazan”, “el sentirme rechazado es lo peor que me puede pasar” o “si digo que no, van a pensar que soy una mala persona”. Esta manera de pensar, sentir y comportarse provoca que las personas se sobrecarguen y disminuya su nivel de bienestar. 


Consejos para aprender a decir que NO sin sentirte culpable  

   

1. Crea conciencia. Si quieres cambios permanentes tienes que comenzar de adentro hacia afuera. Reflexiona sobre lo que te impide a decir que no. ¿Es el deseo de ayudar a otras personas o el temor al rechazo? Aprende que decir que “ no”, no significa que eres egoísta o una mala persona.    

2. Aprende a cuidarte. Cuando una persona es incapaz de decir que no, vive su vida tratando de complacer a los demás y se olvida de sus propias necesidades. El bienestar emocional está en el centro. Es decir, somos capaces de ayudar a otras personas sin olvidar nuestras necesidades.

3. Solo di NO. Al principio será un poco incómodo. Te sentirás raro, ansioso y puede ser tentado a repetir tu habito de decir que sí. Si te mantienes en tu decisión, con el tiempo te sentirás más cómodo. También, las personas que te rodea deben de acostumbrarse a que en ocasiones los vas a ayudar, pero en otras ocasiones dirás que no.   

4. En ocasiones no es un “No” rotundo. Hay veces que podemos querer ayudar a esa persona, pero en esos momentos estamos atendiendo una situación que tiene prioridad. En ese caso podemos decir: “Te quiero ayudar, pero en estos momentos no puedo. Que tal sin nos reunimos de aquí a dos semanas”. Esta forma de pensar y actuar te da una libertad de ayudar a otras personas cuando realmente lo deseas y con la intensidad que lo deseas.   

4. Se constante. Si te mantienes en esa decisión, crearas nuevos hábitos saludables que tendrán un impacto en tu manera de pensar, sentir y tu nivel de bienestar.     

Para concluir podemos decir, que no se trata de decir siempre No; sino más bien de decir Si por las razones correctas. Crea un balance, conócete, aprende a cuidarte y se constante… y ¡Solo di NO!…


Roberto Irizarry, PsyD
Doctor en Psicología Clínica y Coach Profesional



 

2 comentarios:

  1. Aprender a decir No, a poner límites es clave para los cuidadores pensando en el bienestar de la personas que cuidamos y sobre todo en nosotros mismos

    ResponderEliminar
  2. Como cuidadores debemos de actuar a conciencia y con Ressponsabilidad, por lo tanto hay ocaciones en que debemos decir NO; para bien de nuestros pacientes y el mio propio.

    ResponderEliminar