Caso Práctico: "La Tarde Serena de Doña Rosa"
Antecedentes:
Doña Rosa es una señora de 90 años con demencia avanzada. Su comunicación verbal es muy limitada y a menudo se muestra apática o, en ocasiones, un poco inquieta sin razón aparente. Pasa gran parte del día sentada en su sillón. Su cuidadora, Marta, ha notado que Doña Rosa reacciona positivamente a los estímulos suaves y a la presencia calmada.
El Desafío de la Tarde Apática:
Son las 4:00 PM. Doña Rosa lleva un buen rato sentada, mirando al vacío. No ha respondido a las preguntas de Marta sobre la cena y parece desinteresada en la televisión. Marta percibe una ligera inquietud en sus manos, que juguetean sin propósito.
Aplicación de la Terapia de Estimulación Multisensorial (Snoezelen) por Marta:
Marta decide preparar un pequeño "rincón sensorial" en la sala, aprovechando que la luz del sol de la tarde es suave y que no hay ruido.
Preparación del Ambiente (por Marta):
Marta cierra un poco las cortinas para que la luz no sea demasiado intensa, pero sin oscurecer por completo.
En un reproductor portátil, pone una lista de reproducción con música instrumental suave y sonidos de olas del mar (que sabe que Doña Rosa solía disfrutar en sus vacaciones). El volumen es bajo.
Sobre una mesita auxiliar junto al sillón de Doña Rosa, coloca una pequeña lámpara de lava (o un envase con luces LED de colores si no tiene lámpara de lava).
Tiene a mano una manta muy suave de terciopelo y unas bolitas antiestrés con diferentes texturas.
En un difusor de tela (o un trozo de algodón), pone unas gotas de aceite esencial de lavanda muy diluido, colocándolo a una distancia prudente para que el aroma sea tenue.
Inicio de la Sesión y Observación (Interacción de Marta):
Marta se sienta en una silla baja frente a Doña Rosa, de manera que ambas puedan verse cómodamente.
Marta (con voz suave y calmada): "Hola, mi Rosita. Vamos a pasar un ratito agradable." (Marta no espera una respuesta verbal, sino una reacción o mirada).
Marta enciende la lámpara de lava y la coloca donde Doña Rosa pueda verla sin esfuerzo.
Marta: "Mira qué colores más bonitos, Rosita. Se mueven como el agua."
Observa a Doña Rosa: Los ojos de Doña Rosa se fijan en el movimiento de la lámpara. La inquietud de sus manos disminuye ligeramente.
Exploración de Sentidos (Guiando la Experiencia):
Marta acerca la manta suave a las manos de Doña Rosa: "Siente esta manta, Rosita. Es muy suavecita. Te va a arropar un poquito." (Marta la cubre suavemente con la manta).
Doña Rosa toca la manta con los dedos. Su expresión se relaja un poco más.
Marta acerca una de las bolitas antiestrés: "Mira esta bolita. ¿Quieres tocarla? Es blandita y tiene unas bolitas por dentro." (Guía suavemente la mano de Doña Rosa si no la toma por sí misma).
Doña Rosa la sostiene y la aprieta suavemente un par de veces.
Marta: "¿Te gusta la música, Rosita? Son olas del mar, como cuando íbamos a la playa."
Observa si hay un cambio en la respiración de Doña Rosa o si su cabeza se inclina un poco hacia la fuente del sonido.
Marta se asegura de que el tenue aroma a lavanda llegue sutilmente sin abrumar.
Enfocándose en el Bienestar Emocional:
Marta no hace preguntas que requieran respuestas complejas. Su comunicación es con gestos, contacto visual y un tono de voz cariñoso.
Si Doña Rosa cierra los ojos y parece estar disfrutando, Marta simplemente se queda allí, manteniendo el ambiente y su presencia tranquila.
Si Doña Rosa emite un sonido o una pequeña sonrisa, Marta responde con una sonrisa y una caricia suave en el brazo: "Qué bien que lo estás disfrutando, mi amor."
La sesión dura unos 15-20 minutos, o el tiempo que Doña Rosa parezca cómoda y receptiva.
Resultado:
Al finalizar la sesión, Doña Rosa muestra una expresión más serena y relajada. La inquietud en sus manos ha desaparecido. Aunque no ha habido una comunicación verbal extensa, Marta siente que ha logrado conectar con Doña Rosa a un nivel sensorial y emocional, proporcionándole un momento de paz y bienestar. La persona mayor se ve menos apática y más presente, aunque sea por un corto período.
Este caso demuestra cómo, con recursos sencillos y un enfoque centrado en la persona y su bienestar emocional, un cuidador puede aplicar los principios de la terapia multisensorial en un entorno doméstico para mejorar la calidad de vida de personas con deterioro cognitivo avanzado.
otro caso práctico para ilustrar cómo un cuidador puede aplicar la Terapia de Estimulación Multisensorial (Snoezelen) en un entorno doméstico, enfocándose en la interacción y la exploración.
Caso Práctico: "El Jardín Sensorial de Don Carlos"
Antecedentes:
Don Carlos, de 72 años, ha sido diagnosticado con deterioro cognitivo leve a moderado después de un accidente cerebrovascular. Aunque mantiene cierta autonomía, a veces se frustra porque no puede realizar actividades que antes disfrutaba, como trabajar en su jardín. Esto lo lleva a estar más irritable y retraído. Su nieto, Miguel, es su cuidador principal y busca formas de estimularlo y mejorar su estado de ánimo. Don Carlos siempre fue un amante de la naturaleza y los sonidos del exterior.
El Desafío de la Frustración y el Retraimiento:
Es media mañana. Don Carlos está sentado en la ventana, mirando el jardín con una expresión de tristeza. Miguel se da cuenta de que Don Carlos suspira con frecuencia y se niega a participar en una actividad de lectura que solían hacer juntos.
Aplicación de la Terapia de Estimulación Multisensorial (Snoezelen) por Miguel:
Miguel decide recrear una experiencia de "jardín" dentro de la casa para Don Carlos, adaptando los principios de Snoezelen.
Preparación del Ambiente (por Miguel):
Miguel elige un rincón de la sala que tiene buena luz natural, pero donde puede controlar el brillo con una cortina fina.
En un altavoz pequeño, prepara una lista de reproducción con sonidos de la naturaleza: canto de pájaros, el murmullo de un arroyo, el suave susurro del viento entre los árboles.
Recoge algunos elementos del jardín (limpios y seguros): una rama pequeña con hojas, una flor con un aroma suave (si es posible y no hay alergias), un puñado de tierra húmeda en un recipiente (para el olor y el tacto, si a Don Carlos le gustaba trabajar con ella), y algunas piedras de río pulidas de diferentes tamaños y texturas.
En un proyector pequeño (puede ser uno casero con el celular y una caja, proyectando imágenes de jardines o paisajes naturales), proyecta imágenes de flores o paisajes verdes en una pared cercana.
Tiene a mano una botella de spray con agua para simular una llovizna suave.
Inicio de la Sesión y Observación (Interacción de Miguel):
Miguel se acerca a Don Carlos con una sonrisa y una actitud entusiasta pero tranquila.
Miguel: "Abuelo, ¿qué te parece si hoy 'vamos al jardín' aquí mismo en la sala? Mira lo que te preparé."
Miguel enciende el proyector con las imágenes de la naturaleza y pone los sonidos del jardín a un volumen agradable.
Observa a Don Carlos: Sus ojos se dirigen a la pared, y su expresión se suaviza al escuchar los pájaros.
Exploración de Sentidos (Guiando la Experiencia):
Visual y Auditivo: Miguel señala las imágenes proyectadas: "Mira, abuelo, qué flores tan bonitas. Y escucha, ¿no parece que estamos en el campo con los pajaritos?"
Olfativo y Táctil (Tierra): Miguel acerca el recipiente con la tierra húmeda: "Recuerdas el olor de la tierra mojada después de regar, abuelo. ¿Quieres tocarla un poquito?" Si Don Carlos muestra interés, Miguel puede guiar su mano para que sienta la textura.
Táctil (Piedras y Rama): Miguel ofrece las piedras pulidas: "Siente estas piedras, qué suaves. Y mira esta ramita, con sus hojitas." Invita a Don Carlos a tocar y manipular los objetos.
Olfativo (Flor): Acerca la flor suavemente para que Don Carlos pueda percibir su aroma. "Huele esta flor, abuelo. Qué rico aroma."
Táctil (Agua): Si Don Carlos está receptivo, Miguel puede rociar suavemente un poco de agua con el spray en sus manos o brazos, simulando una llovizna. "Siente la lluvia, abuelo, qué refrescante."
Fomenta la Interacción y el Recuerdo:
Miguel puede hacer comentarios que evoquen recuerdos relacionados con el jardín de Don Carlos: "Recuerdo cuando me enseñabas a plantar tomates, abuelo."
Si Don Carlos emite algún sonido o gesto, Miguel lo valida y responde con entusiasmo.
4. Enfocándose en el Bienestar Emocional:
Miguel mantiene una actitud positiva y paciente. No hay expectativas de una respuesta "correcta", solo de disfrute y conexión.
Si Don Carlos se ríe o sonríe, Miguel celebra ese momento.
Si muestra signos de cansancio o desinterés, Miguel reduce los estímulos o finaliza la sesión suavemente.
El objetivo es que Don Carlos se sienta conectado con su pasión por la naturaleza de una manera segura y adaptada a su capacidad actual, reduciendo su frustración y mejorando su ánimo.
Resultado:
Don Carlos, que al principio estaba apático, se muestra más atento y relajado durante la sesión. Sus ojos siguen las imágenes y los movimientos de Miguel, y en ocasiones, una pequeña sonrisa aparece en su rostro al oler la flor o sentir la tierra. Aunque no se comunica verbalmente, Miguel percibe una disminución en su irritabilidad y un aumento en su bienestar general, logrando un momento de conexión y paz a través de los sentidos.
Este caso demuestra cómo la terapia multisensorial puede adaptarse para conectar con los intereses y la historia de vida de la persona, utilizando elementos cotidianos para crear una experiencia significativa.
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